¿Cuántas veces se te escapan los días sin valorarlos de verdad?
Es la primera vez que escribo en este blog sobre la muerte, quizá porque últimamente ha rondado mi mente con más frecuencia de la que quisiera.
Dentro de las cosas que he declarado sobre la muerte es que creo al igual que Steve Jobs, que “la muerte es el mejor invento de la vida”, ya que nos recuerda que el tiempo es limitado y nos obliga a vivir con propósito, amando lo que hacemos cada día. Así que, el día de hoy quiero que te lleves un mensaje muy claro: no estamos muertos. No te impidas ser feliz.
La gran tragedia de nuestras vidas no es llegar al final de esta y morirnos, porque esto es la Iey de la vida. La gran tragedia de nuestra vida es que nos dejamos morir mientras estamos vivos.
Te invito a que reflexiones sobre lo siguiente:
Aprende a vivir para dejar de morir mientras estás vivo. Es un juego de palabras que tiene mucho sentido. Aprender a vivir, para dejar de morir mientras estas vivo. ¡Piénsalo!
Sólo cuando eres consciente del tiempo tan limitado que tienes en tu vida, es cuando empiezas a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que te queda. Es una pena que la vida te enseñe a vivir justo cuando estas a punto de morir. !Sé más consciente, empieza desde hoy mismo!
No te dejes morir lentamente, no te impidas ser feliz, aprovecha tu tiempo porque como dicen la canción, la vida es muy corta.
Te invito a leer el siguiente poema de Martha Medeiros, que cada vez que lo leo no deja de impactarme; la verdad es que me hizo reflexionar sobre la perspectiva de cómo estoy enfocando cada día que me pasa por delante.
Muere lentamente
- Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
- Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.
- Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las ”íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.
- Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
- Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
- Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.
- Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suede o de la lluvia incesante.
- Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuándo le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.
El poema nos habla de la vida y de los que la desperdician y no saben aprovechar las cosas bellas que nos ofrece cada día. Expresa lo bueno que es tomar riesgos y no rendirse nunca. Así que mi invitación es:
¡Vive hoy !
¡Arriesga hoy !
¡Hazlo hoy!
¡NO te dejes morir lentamente ! ¡NO te impidas ser feliz!
Lee más publicaciones que te ayudaran a superar obstáculos y alcanzar tu propósito en la sección de mi blog «cambio de vida».
Y si lo que quieres es seguir leyendo sobre la muerte y tomar consciencia cada día de ello, te dejo unas lecturas recomendadas:
La Muerte: Un Amanecer, Elisabeth Kübler-Ross
El trabajo de la doctora Elisabeth Kübler-Ross nos confirma que la muerte es un pasaje hacia otra forma de vida y nos hace comprender que la experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento, puesto que se trata del inicio de otra existencia, el paso a un nuevo estado de conciencia en el que también se experimenta, se ve y se oye, se comprende y se ríe, y en el que existe la posibilidad de continuar el crecimiento espiritual. Gracias a ella sabemos que una luz brilla al final del camino, y que a medida que nos aproximamos a esa luz blanca, de una claridad absoluta, nos sentimos llenos del amor más grande, indescriptible e incondicional que podamos imaginar.
El Libro Tibetano de la Vida y la Muerte, Sogyal Rimpoché
El libro tibetano de la vida y de la muerte expone con claridad y un rigor sin precedentes la majestuosa visión que nos ofrece la tradición tibetana y combina esta sabiduría milenaria con la moderna investigación sobre la muerte, los moribundos y la naturaleza del universo para comprender, encarnar e integrar las enseñanzas budistas en la vida cotidiana. Esta no es solo una obra maestra espiritual, sino también un manual, una guía, un libro de consulta y una fuente de inspiración sagrada. Esta nueva edición, incluye una nueva introducción de Patrick Gaffney, editor de la primera versión del libro, hace ya más de veinte años, que hace un recorrido por la historia de esta obra y su influencia en el mundo de la espiritualidad y el acompañamiento tanatológico.
Puedes encontrar más libros recomendados ingresando en la sección de mi blog «creciendo con historias reales«
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