«Para vencer la frustración, uno debe permanecer intensamente enfocado en el resultado, no en los obstáculos». T.F. Hodge.

Continuamos avanzando en la fase tres de un proyecto literario:  La corrección. 

Hoy por primera vez escribo este blog como terapia, para lograr sacar la incomodidad que llevo dentro con respecto a la corrección de mi nuevo libro.  Me siento insegura con la corrección profesional realizada; la verdad es que trabajar con editores, diagramadores, portadistas y correctores es un proceso desgastante y lleva su tiempo.

Hasta el fin de semana pasado no me había planteado escribir sobre la frustración porque es un conjunto de emociones negativas que te llegan todas al tiempo:  enojo, derrota, fracaso y al final cuando intentas pasar la página, te sigue persiguiendo una sensación de derrota.  También porque como lo menciono en mi nuevo libro sobre Minimalismo Digital, prefiero amplificar los pensamientos positivos que los negativos.  

Luego de tomar distancia de mi manuscrito por alrededor de tres semanas (tiempo que lo tuvo el corrector profesional), entre de nuevo en su lectura; en un principio quería leer de manera fluida, en voz alta y sin reparar en errores, pero, aunque lo intenté no logré hacerlo. Desde la primera página me encontré con una cantidad de palabras repetidas, oraciones redundantes, uso de dequeísmo y excesivo uso del conector (y); errores que no había visto antes y que a medida que avanzaba en la lectura, mi nivel de frustración se incrementaba. Así fue como, por primera vez sentí frustración con mi manuscrito.

Todo empeoró cuando advertí en un párrafo, cuatro adverbios de modo terminados en -mente, dos de ellos de manera seguida, mi lengua se trababa al tratar de leerlos.  ¡Qué horror!  pensé.  Hasta ese momento, fui consciente del uso a diestra y siniestra que estaba haciendo de las palabras terminadas en -mente y que cuando vienen acompañadas de otras de su clase, arruinan mis mejores esfuerzos por escribir de forma correcta.  Ya en la página 18 de mi manuscrito y con un nivel de frustración que me carcomía, empecé a realizar una lectura de búsqueda de errores, lo cual no fue la mejor decisión porque ya se imaginarán como terminé aquel día. 

¡Derrotada!

A medida que pasaron los días en este duro proceso de corrección y lidiando con mi frustración me encontré con un artículo titulado:  Consejos para escritores de Stephen King quién me regaló uno de sus mejores consejos: «Cree en ti. …Solo tú tienes el poder de encontrar el camino adecuado para poder convertirte en lo que siempre has soñado.»

Así que, con esta idea en mente, y amplificando mis pensamientos positivos, lo mejor que se me ocurrió para sobrellevar mi frustración como escritor, en lo que tiene que ver el uso indiscriminado de palabras terminadas en -mente, fue pasar a la acción. Así que, hice lo que siempre hago y que además me funciona: investigar sobre el tema, estudiar y por supuesto ponerlo en práctica.

¿Pero cuál es el problema de usar adverbios terminados en -mente?

En mis indagaciones encontré que el abuso es malo, no solo porque todo abuso es malo, sino que proviene de los siguientes problemas:

  1. Genera cacofonías:  Es un efecto sonoro que se produce cuando hay sonidos similares, muy cerca los unos de los otros. 
  2. Denota descuido y pobreza de recursos:  Usar proverbios terminados en -mente es fácil.  Por lo general, todo lo que tienes que hacer es pensar en un adjetivo y añadirle -mente y ya está.  Cuando leí esto entendí mi frustración, porque escribir es un arte, una expresión del alma y como tal requiere pulirse y trabajar día a día en ello.  Ya lo decía el escritor Stephen King: «Los adverbios de modo terminados en -mente son un vicio empobrecedor… me parecen feos, largos y fáciles, y casi siempre que se eluden se encuentran formas bellas y originales»

Así mismo, Ana Katzen en su publicación en Whatpatt con el título de Errores de escritores, nos da unos lineamientos sencillos para no caer en este error:

  1. No coloques dos adverbios de este tipo en el mismo párrafo, y mucho menos en la misma oración.  De ser posible, solamente usa tres por página de work.
  2. Sé conciso; usa los verbos adecuados.  Supongamos que tu personaje sufrió una caída y se golpeó la rodilla.  Por desgracia, no tiene tiempo de siquiera respirar, pues tiene a una horda de zombis pisándole los talones.  ¿Qué es mejor? ¿Escribir «caminó dificultosamente» o «cojeó»? lo más probable es que «cojeó» sea una opción más viable porque así no tienes que usar ningún adverbio. La concisión y la variedad son importantes.
  3. Evita frases del tipo: «exclamó valientemente» o «lloro lastimosamente», son redundantes, pesadas, e innecesarias.  Además, caes en el error decir en lugar de mostrar.

La autora también nos da un pequeño consejo: «Es posible que lo que te estoy diciendo perturbe tu proceso creativo y te resulte mucho más difícil escribir.  No te angusties, no vaya a ser que te bloquees.  Escribe como te salga, con cuantos adverbios quieras.  Pero una vez termines, lee lo que escribiste y haz las correcciones necesarias.  La corrección es un paso importante, sobre todo antes de compartir nuestros escritos con otras personas».

Sobrellevar la frustración cuando eres escritor es fácil cuando miras desde afuera la situación, cuando asumes acción en vez de quejarte y permitirte sentirte mal; la confianza en ti y la actitud positiva que tomes antes los hechos que te pasen serán determinantes para evolucionar en tu proceso como escritor. 

A continuación, te propongo las siguientes lecturas que me han funcionado en este bonito arte de escribir.

Errores de escritores, AnaKatzen.  Esta es una guía sobre cómo NO escribir.  

Es la primera vez que recomiendo una lectura en Wattpad, porque tengo algunas dudas sobre la calidad de lo que ahí se escribe, pero este texto me ayudó a entender mis errores con el uso de las palabras terminadas en -mente y, además, me dio herramientas para corregirlo.  

Diario de un escritor frustrado, Pedro Menchén.  Literatura y frustración suelen ir de la mano. Bien lo sabe Pedro Menchén, que ha dedicado incluso un diario a la frustración del escritor en el que repasa su experiencia como autor y como persona que vive en soledad.

También es la primera vez que recomiendo una novela en este blog.  Bueno siempre hay una primera vez para…

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