“Toma una hoja de papel y escribe ahí tus dudas, tus ideas, tus problemas. Pero de forma interrogativa, para que puedas verlo desde afuera y aclararte.” De la película: Diario de una ninfómana. 

¿Deberías escribir un diario?

Continuamos en el paso uno de un proyecto literario: La concepción de la idea.  Hoy vamos a volver a la parte del fondo, que afín de cuentas es la parte más importante; es la inspiración, las ideas; recordemos que  la inspiración nos viene de lecturas, de la vida cotidiana y de diferentes disparadores.  

Es aconsejable  para las personas que empiezan y quieren generar el hábito de escribir llevar un diario de su vida personal, o un cuaderno de notas de lo que observan, de sus pensamientos, de sus sentimientos o  que escriban anécdotas de su vida.  La razón por la que escribir un diario nos ayuda es porque es una manera de obligarnos a poner en orden nuestras ideas.

Muchas personas en la época de adolescentes llevaron un diario como desahogo,  cuando se enojaban con alguien y por más disgustados que estuvieran debían ordenar los pensamientos y recordar  cómo habían sucedido los hechos para ponerlos por escrito; entonces ahí ya había un trabajo de redacción y de planeación de la historia.

Otras personas  solían escribir párrafos completos  de cómo habían sido las peleas con compañeros o  amigos del colegio, si tu hiciste eso ya tienes una práctica bastante buena de diálogos, de guiones y cómo hacer memoria para recordar lo que dijo esta o aquella persona; hacer esto nos obligó a poner atención a las conversaciones pensando en ponerlo luego por escrito. Sin darnos cuenta esto nos ayudó a desarrollar un oído para que los diálogos  suenen naturales, más auténticos.

Escribir es una parte importante de la vida cotidiana

Escribir un diario de nuestra vida cotidiana nos entrena, pero no es la única manera de escribir diariamente, porque escribir es una parte importante de la vida cotidiana: una actividad que nos permite comunicarnos libremente, expresar aquello que nos importa y, de hecho, encontrar toda clase de satisfacciones.

¿Pasas tiempo en las redes sociales?

Si es así, ya has escrito. Y probablemente más de lo que hicieron tus padres.  No es necesariamente una escritura como la que se encuentra en los libros, es decir, como la que generaciones enteras aprendieron a reconocer hasta los últimos años del siglo pasado.  Pero es escritura: símbolos, como estas letras que estás leyendo, que de alguna forma manifiestan palabras, ideas, sentimientos.  

Sin darnos cuenta, todos estamos creando contenido a diario en las redes sociales, no solo en Wattpad (una plataforma online de lectura y escritura), si no en Facebook, en instagram o en twitter;  todo el tiempo estamos redactando y creando contenidos; esto hace que perdamos un poco la práctica de escribir en un diario, porque  quizás la idea de escribir  su vida cotidiana  ya esta  plasmada en tantos sitios, que no le ven razón a llevar un diario. 

Sin embargo, hay muchas maneras de que la disciplina de escribir diariamente, de generar un hábito de escribir nos ayude en nuestro oficio como escritores y aquí les voy a presentar algunas opciones para los que  piensan que su vida cotidiana no es lo suficientemente interesante o para los que no tienen ganas de plasmar su vida por escrito.

1. Escribir  cinco o diez minutos sin parar.  

Este es un ejercicio que hacen muchos autores para fortalecer el hábito de escribir, yo lo leí en algún momento en un libro que se llama el oficio de escritor, que cuenta un poco como son las rutinas, las técnicas de trabajar de muchos autores famosos y uno ellos decía esto:

“Hay que escribir todos los días: aunque no tengas nada que decir.”

Porque la inspiración puede nacer en cualquier momento y hay que sentarse para que esta llegue; bajo esta teoría se fundamentan estas ideas de escribir diarios, de generar un hábito de escribir, de crear el espacio para que llegue la inspiración, porque esta no llega de una manera mágica.

Dedica  cinco  o diez  minutos al día para escribir lo que sea y llenar hojas y hojas de texto.  A  veces creemos que no tenemos nada que decir, pero aunque todos los textos empiecen con “hoy no tengo nada que decir…” cuando tienes la obligación de llenar cinco o diez minutos de texto acabas escribiendo algo,  y justo, cuando no tenemos nada que decir, es cuando realmente salen los temas importantes, podemos entrar a las cosas más profundas o que tenemos más guardadas.  

2. Escribir una página al día.  

Existen diarios que incluso ya vienen fechados y se trata de llenar una cuartilla al día.  Si no estás trabajando en una novela, en un cuento o en un proyecto propio, esta es una buena manera para ejercitar el musculo de la escritura, porque cuando llevamos un diario no solamente es importante para registrar lo que nos pasa, lo que pensamos o nuestras ideas, si no para que nuestro musculo creativo se mantenga activo.

La capacidad de hilar las palabras también es un musculo que hay que mantener activo, entonces llevar un diario es una buena manera para desarrollar nuestra creatividad.

Hay una ventaja al escribir un diario, y  es que las acciones  ya sucedieron; lo que tú tienes que decir no tienes que inventarlo, ya sucedió; entonces es más fácil, no tienes que estar pensando en inventar los hechos, simplemente  vas a empezar a jugar en cómo estructurar la narración y puedes jugar con la forma.  

Es muy común escribir en tercera persona cuando se  está enojado consigo mismo, porque se escribe  mencionando a otra persona.  Ejemplo: La hipócrita de María, adornó las palabras para quedar bien con todo el mundo… 

También  cuando se escribían  cartas o esquelas a mis amigos de la infancia, ahí se estaba practicando la segunda persona.  Ej: Memo me rompiste el corazón…. 

Hay un sin número de beneficios al escribir un diario y cuando no tienes que estar pensando en las acciones puedes concentrarte en la forma y practicar de varias maneras. Si llevas un diario con constancia  te vas a dar cuenta que ya empiezas incluso a generar un estilo personal, porque tu escribes para ti y empiezas a escribir de una manera que a ti te gusta leer.  

3. Diario de sus sueños.  

¿Eres de los que  recuerdan sus sueños al despertar?, esto les sucede a muchas personas, y si tú eres una de ellas, puedes emplear tus sueños como material para generar el hábito de escribir.  Hay gente que apunta sus sueños  porque  tienen la esperanza de que algo salga de ahí o porque sus sueños les parecen especiales y extraños. 

Yo he escuchado amigos que me cuentan sus sueños que parece que duraran horas y horas, cuando científicamente se sabe que duran algo así como ocho segundos y es interesantísimo porque a fin de cuentas no importa si lo que tu estas escribiendo es exactamente como paso en tu sueño, porque  es algo que tú estás creando.  

Los sueños además son algo muy abstractos, tienen que ver con sensaciones, con cosas difícil de explicar, así que el ejercicio de poner los sueños en palabras, de redactar esas cosas abstractas, esas atmosferas intangibles es un excelente ejercicio sensorial que nos va ayudar para después crear atmósferas en nuestros escritos.

4. Diario del cuerpo: 

Nosotros como autores y  como gente que muchas veces está ocupada en el raciocinio, con frecuencia nos olvidamos de nuestro cuerpo y este alberga emociones e historias muy interesantes.  

Cada día escribir una cuartilla o un par de cuartillas relacionado con una parte del cuerpo y empezar escribiendo por ejemplo de tus ojos, la forma, el color, lo que expresan, de quien los heredaste y de ahí pueden salir un montón de historias que pueden ser evocativas para generar este hábito de escribir.  

Cada parte de nuestro cuerpo tiene historias, tiene memorias asociadas  y muchas veces tiene dolores; se  puede empezar por ejemplo a escribir de un dolor persisten en el cuello y eso lo lleve a pensar en la causa de esa tensión y acabar hablando de muchas otras cosas.  

Dejarse ir, dejar fluir con lo que sea que venga a nuestra mente.   Pensemos que un diario no tiene una estructura narrativa, que tenga una finalidad como  un cuento, un ensayo o  una novela; es una manera de soltarnos.  Lo interesante de escribir un diario es que no hay un objetivo específico y por eso salen cosas mejores porque  no está la presión de tengo que escribir esta escena o terminar este cuento o esta novela.

5. Diario por letras o palabras clave 

Este ejercicio se puede hacer con un diccionario, o simplemente pensando hoy me toca la letra C. ¿Cuál es la primera palabra que me llega a la mente con la letra C? y  desde ahí puede surgir una cantidad de cosas, incluso evocar recuerdos de la infancia.

La idea es conectar con vivencias, con emociones, con sensaciones a las que no siempre accederíamos porque no son necesarias para una novela o un relato pero que al traerlas de vuelta nos pueden ayudar a seguir con la disciplina de escribir todos los días.

Llevar un diario nos va entrenando como narradores,  al tener que poner en palabras a veces simplemente lo que nos pasó en el día, ya estamos tomando una voz narrativa, ya estamos eligiendo un tono, un estilo e incluso cuando cambiamos nuestras historias estamos practicando la ficción. 

Es hora de pasar a la acción,  escojan una libreta que les guste, aprendan a tener el hábito de observarse a ustedes mismos, hábito de escribir, de observar a los demás, de escuchar diálogos.  A veces se puede escuchar un dialogo interesante en el bus, camino al trabajo, lo escriben y todas estas cosas los van a volver personas observadoras y van a tener una práctica invaluable para cuando decidan sentarse a escribir.

Finalmente les recomiendo la lectura de los siguientes libros si quieren profundizar sobre estas técnicas para desarrollar el oficio de escritor.

El oficio de escritor, Selección de Ana Ayuso.

Es una selección de textos de los más importantes autores sobre la práctica literaria.  Además de un placer para cualquier buen aficionado a la literatura, este libro será una valiosa herramienta de aprendizaje y reflexión para todos aquellos interesados en la escritura creativa.  Se han elegido sobre todo a escritores de Europa y América de los siglos XIX y XX que han cultivado principalmente el relato y la novela, desvelando el misterioso arte de contar historias.

Esto no es (Solo) un diario.  Échale creatividad a tu vida.  Página a página, Adam J. Kurtz.

Cada nuevo día te brinda la oportunidad de crear algo diferente y original. ¡Suelta el celular de una vez y coge un lápiz! Desconecta un momento. Internet seguirá ahí. Las páginas de este libro contienen 365 ideas y consejos para animarte a dibujar, escribir, reflexionar, meditar y compartir. Rellénalas una a una y tu capacidad de creación te sorprenderá. ¿Listo? ¡Vamos!

Espero que alguna de estas técnicas les sea de utilidad, las prueben y en comentarios me cuenten con cual se sintieron más a gusto.

¡En las siguientes entradas podrás obtener más información para atreverte a empezar tu primer proyecto literario, y generar un hábito de escribir!

Te invito a adquirir mi libro en versión digital DE CONTABLE A CONTADORA DE HISTORIAS o contáctame para adquirir la versión física del libro.

Te invito también a leer mi articulo en la revista digitalware donde hablo sobre «Escribir en la adultez» en la pagina 22 de esta edición.

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