No conocía del concepto de escritura terapéutica, pero sabía que escribir me hacía sentir mejor.

¡Seguimos avanzando! Con el paso 2 de nuestro proyecto literario: ESCRIBIR 

Hay muchas formas diferentes de practicar la escritura terapéutica. De hecho la escritura en sí puede ser una terapia, y hoy quiero compartirles mi experiencia al respecto. 

Escribir ha sido siempre mi forma de expresión favorita, a los doce años más o menos empecé a escribir en hojas o cuadernos, no puedo decir que llevaba un diario; pero sí recuerdo que escribía las cosas que me pasaban, las cosas que me ponían triste, que me frustraban, cosas que no sabía cómo manejar en aquel momento; no conocía del concepto de escritura terapéutica, pero sabía que escribir me hacía sentir mejor. 

Luego vinieron varios años con foco en la familia y en el trabajo donde no escribí nada de nada, pero un poco más adelante, justo cuando nos hacemos esas preguntas existenciales, leí un libro llamado:

El camino del artista de Julia Cameron.

En este libro ella propone un ejercicio que se llama <<las páginas matutinas>>, que consiste en escribir a mano tres páginas sobre cualquier cosa, todos los días, tan pronto te levantas por la mañana. 

Se trata de escribir lo que se te pase por la cabeza en ese momento y tiene que ser en papel porque es un proceso que te ayuda a conectar con tus emociones, cuando te acostumbras a hacer este ejercicio con regularidad, conectas profundamente con tu creatividad y comprendes el poder de la escritura. 

Es como un acceso directo a la información de tu subconsciente y te empiezan a surgir ideas geniales. Te da comprensión de situaciones y de conflictos en tu vida, te ayuda a sanar relaciones, a sanar heridas; te ayuda a organizar tus ideas y te da mucha paz mental y equilibrio; es como vaciar todo ese barullo de voces que tenemos en nuestra cabeza y empezar el día centrados.

Las mejores ideas para mi libro sobre minimalismo digital se me ocurrieron cuando estaba escribiendo mis páginas matutinas. Las decisiones más importantes que recientemente he tomado en mi vida, las vi claras cuando hice este ejercicio. Cuando me siento perdida, desorientada, frustrada vuelvo a mis páginas matutinas y esto me da mucha paz y claridad mental. 

La verdad, yo hago este ejercicio como escritura terapéutica a mi manera, no lo realizó exactamente como lo propone Julia Camaron, así que les voy a contar cómo lo hago: 

La mejor hora sin duda hacerlo bien temprano, no más al levantarte, porque todavía vienes del sueño con el subconsciente bien abierto y tienes mucho más acceso a la información de tu subconsciente; a lo largo del día nos vamos perdiendo con distracciones, con preocupaciones, con tareas y se nos va cerrando ese contacto con nosotros mismos, y además, porque seguro tu día va a ser completamente diferente luego de hacer este ejercicio. 

Me propongo escribir durante media hora sin parar, lo hago en silencio para que nada me distraiga de mis propias emociones. 

Importantísimo retirar cualquier cosa que te pueda distraer o interrumpir durante esa media hora; si vives con tu familia pídeles que no te interrumpan por esa media hora. Lo que hago y me funciona muy bien es levantarme más temprano que los demás; es mágico y especialmente inspirador, escribir mientras todos duermen. 

No tienes que pensar, desconecta tu mente racional, es más bien, escuchar en tu cabeza e ir escribiendo en papel lo que escuchas en tu mente; Lo primordial no es que este tenga sentido, aunque a menudo te darás cuenta que tiene muchísimo más sentido de lo que piensas el resto del día. 

No hay por qué escribir bonito, ni correcto, no te preocupes por eso.

Se trata de vaciar tu pensamiento sobre el papel para hacerlo consciente; nadie va a leerlo, probablemente ni siquiera tú mismo lo leas, de hecho, yo no guardo estos escritos; porque el objetivo no es leer ni guardar esa información. El objetivo del ejercicio ya está cumplido en el propio acto de escribirlo. 

Yo siempre empiezo escribiendo lo que sea que se me pase por la mente, pero a veces también me gusta hacer preguntas, y esto es, fascinante porque con un poco de práctica, empiezas a escuchar en tu cabeza respuestas y es que en realidad todas las respuestas que necesitamos en nuestra vida están ya en nuestro interior; la clave es encontrar ese acceso a la información que tenemos en el subconsciente.

Es una sensación maravillosa, yo creo que es lo que muchos llaman <<canalizar>>

Que no es otra cosa que acceder a una información que no tienes de forma consciente pero que está ahí y a través de la escritura somos capaces de escuchar esa información y transcribirla. 

No hay que limitarse a ningún tema en concreto, yo escribo sobre cualquier tema que me ronda en la cabeza ya sea personal o profesional, a veces, me salen pensamientos positivos y creativos, motivadores y alegres, otras veces son negativos, enfados, tristeza, frustración, lo que sea que salga está bien y es necesario. 

Este ejercicio no lo hago todos los días, pero lo hago de forma regular.

Realmente no sirve hacerlo un solo día, se tarda unos cuantos días en empezar a conectar y cuanto más lo practicas más interesante es el resultado. 

Hay muchos, métodos y cursos sobre escritura terapéutica que seguro son super interesantes y divertidos. Pero si no te quieres complicar la vida, con lo que te acabo de contar es suficiente; se trata de dejar fluir tu mente y colocarla sobre papel para descubrir información que estaba ahí, pero de la que no eras consciente. 

¿Alguna vez te has planteado utilizar la escritura cómo un recurso terapéutico? o ¿Alguna vez te has planteado escribir para sanar y transformar tu vida?, no te estoy hablando de que cojas la escritura de vez en cuando, cuando has tenido un enfado, cuando has discutido con tu pareja, no, se trata de que utilices la escritura para sanar tu vida y lo puedes hacer por ejemplo con el siguiente ejercicio que nos propone Helena Echeverria en sus sesiones de terapia en línea. 

Ejercicio práctico carta desde el futuro: 

Vamos a conectar con nuestro yo del futuro dentro de 10 años, para ello identifica una situación de tu momento presente, que lleves tiempo cargando con él. Puede ser, un duelo que no has superado; episodios de ansiedad o tristeza que no has puesto fin, te acaban de despedir del trabajo y crees que no hay posibilidad de conseguir uno nuevo, o de reinventarse porque tienes creencias limitantes como: ya soy mayor, ya no puedo y estas con estas problemáticas en un punto en el que no le ves una solución. 

Tu yo del futuro de dentro de 10 años, te va contar en una carta cómo ha superado esa dificultad. Te va a contar cómo ha superado la ansiedad, o la tristeza, cómo ha encontrado un nuevo trabajo, o como tiene en estos momentos la vida que tu deseas vivir; te va contar en esa carta qué recursos personales puso en práctica, qué personas le ayudaron, qué pensamientos tuvo siempre presentes para avanzar, cuáles fueron los obstáculos que derribó en el camino para seguir adelante, qué cualidades utilizó, cuáles fueron la estrategias de afrontamiento que implementó para solucionar la dificultad. 

¿Qué sucede cuando haces esto? 

Que te abres a las posibilidades, imaginate conectar con tu yo del futuro dentro de 10 años, que tiene la vida que tu deseas, que ha emprendido ese proyecto que ahora mismo no te atreves y tuvo éxito y nos va a contar cómo lo ha hecho, qué estrategia hizo, qué curso concreto realizó, qué herramientas puso en práctica, qué recursos descubrió que tenía y puso en marcha. Además, que creencias realistas supo poner en su mente para ir en la dirección adecuada, que pensamientos automáticos negativos desechó, como eliminó esos obstáculos que hoy es imposible derribarlos; nos lo va a contar todo en esa carta. 

Así que se trata de que crees ese espacio seguro de escritura, donde tengas a mano los materiales (libretas, lápices, esferos), que te sientas y escribas, que permitas que tu yo del futuro utilice tus manos, tu cuerpo para escribirte esta carta. Tómate el tiempo necesario y escribe. 

Este ejercicio permite abrirse a un sentimiento de esperanza, de que es posible salir de las circunstancias sociales y familiares y poder conectar con un futuro que puedes tocar con tus manos a través de la escritura.

A continuación algunos libros que te pueden ayudar a profundizar sobre este interesante tema: 

El camino del artista, Julia Cameron.

«La creatividad no tiene ni fondo ni techo aunque haya partes de su crecimiento que sean lentas. El ingrediente que se precisa es la fe -entendida como confianza férrea en uno mismo-. Este libro te muestra el camino y la fe necesarios para liberar la creatividad de las personas. Tómalo como un ejercicio para abrirte a una nueva perspectiva y libera al artista que llevas dentro». 

Lee, escribe, camina, Helena Echeverría.

La lectura te hace feliz. La escritura mejora tu sistema inmunológico. Caminar te vuelve más creativo. Lee, Escribe, Camina es tu espacio para conocerte, sentirte, pensarte y observarte. Estas tres terapias están unidas. Este libro existe gracias a todo lo que la autora ha aprendido y experimentado con la lectura, escritura y caminar. Es la expresión de un recorrido personal. Estas tres terapias sanan tu vida. Aprovecha este libro para empezar con la primera lectura. 

Practicando la Escritura Terapeutica: 79 ejercicios, Reyes Adorna Castro.

Escribir posee una capacidad terapéutica que han intuido desde siempre los escritores de todos los tiempos. Su parte racional, ligada al lenguaje, y su parte artística, creativa y emocional, le confieren la propiedad única de aunar estas dos facetas del ser humano: La facultad de pensar y la de expresar emociones. Gracias a la escritura, la persona es capaz de estructurar su pensamiento, desahogar estas emociones cuando le desbordan, tomar distancia sobre lo que le ocurre, descubrir sus recursos personales, y reflexionar sobre sus deseos, sus relaciones o sus conductas. 

Este libro es fundamentalmente práctico. Se compone de 79 ejercicios que utilizan la escritura no sólo como un medio para desarrollar la creatividad, sino como un método para conocerse, aumentar la autoestima, resolver determinados problemas y mejorar la calidad de nuestras relaciones. 

¿Y tú ya practicas la escritura terapéutica?, comparte tu experiencia dejando un comentario.