“Si cuidas las palabras, el lenguaje cuidará de ti.”  nos dice, Luis Castellanos.

Estoy segura de que has leído en los medios de comunicación muchas recomendaciones sobre cómo mejorar tu salud y tener una vida más sana; consejos sobre alimentación, hacer deporte, etc.  Pero, ¿cuántas veces te hacen referencia al uso del lenguaje para mejorar tu equilibrio emocional y mejorar el rendimiento cognitivo a través de las palabras positivas?.

Por ejemplo, si te digo NO mires las manzanas de ese manzano, ¿automáticamente en donde se va a concentrar toda tu energía y atención? 

Pues, precisamente en las manzanas.  Esto mismo es lo que pasa con las expresiones negativas cuando queremos transmitir un mensaje, da igual que sea para nosotros o para los demás, nos estamos fijando en la parte mala y esto te va a ayudar muy poco. 

Ahora bien, si te dices a ti mismo, NO llego a tiempo a ningún sitio, lo que vas a generar en ti es una presión negativa que es muy diferente a que te digas: voy a planificar mejor mis actividades para llegar a tiempo.  Esto es lo que se llama lenguaje positivo y no es más que el hecho de poner inteligencia al lenguaje, que significa entender, apreciar y utilizar las palabras de manera efectiva y beneficiosa para ti en esa comunicación que tienes contigo mismo y en tu relación con los demás.

Una manera de tomar consciencia sobre esto es que cuando te encuentres con personas que te estén comentando algo y usen frases en negativo, les pares y les digas: ahora dímelo en positivo.  

Veras que normalmente la reacción es de sorpresa, puede que se queden unos segundos como paralizados o tal vez abran un poco más los ojos como diciendo ¡uh!, esto me ha llegado a lo profundo, lo piensen y te lo digan.  Si esto ocurre, ahí, se ha producido un cambio, un nuevo enfoque, pues es verdad dicho en positivo se transforma. 

Muchas veces, hay mensajes tan negativos que decirlos en positivo cuesta y sin duda que practicar en el día a día se termina convirtiendo en un hábito, porque noticias muy malas resulta difícil encontrarles el lado positivo, pero practicando se puede conseguir, y desde luego ayuda mucho al equilibrio emocional, a ser optimistas y mirar hacia delante con ilusión.

Las frases en positivo son capaces de transformar el rumbo de tus emociones y te abren el camino a desarrollar ese gran potencial que tienes dentro de ti.  En cambio, hablar en negativo solo refuerza las barreras que te hacen sentir mal, no valorarte ni valorar la cosas que te rodean.  

DÍMELO EN POSITIVO

Te animo a que tomes consciencia para que transformes tu frase y lo digas en positivo. ¡Ya verás cómo notas el cambio!

Rubiela Buitrago

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