Escritura Autobiográfica.
«La vida no es lo que uno vivió, sino lo que recuerda y cómo lo recuerda para contarla». García Márquez.
Muchos de nosotros queremos escribir porque tenemos una parte de nuestra historia que queremos poner en palabras, puede ser una parte horrible de nuestra vida, que queremos liberar, por eso algunos escriben como terapia.
Como un niño cuando es llevado por sus padres a terapia por su miedo a los monstruos, que según ellos están bajo la cama, al lado de la ventana o escondidos en el closet; muchas veces l@s terapeutas les piden dibujar a su monstruo, ya que al darle un rostro y dibujarlo sobre papel, deja de ser tenebroso; porque ya tiene una forma específica, entonces pueden enfrentarlo y superarlo. Así mismo pasa con la escritura, muchas veces escribimos como terapia, como desahogo, para dejar ir muchas cosas que tenemos dentro.
Otras personas escriben porque les pasó algo interesante que quieren compartir, En mi caso cuando escribí mi autobiografía «De contable a contadora de historias«, quería dejar un legado para nuestras futuras generaciones, en fin, son muchas las razones para escribir nuestra vida completa o parte de ella; así que no sólo tenemos una, sino un montón de historias dentro que contar, porque en nuestra propia historia están todos los elementos para empezar a escribir.
Lo más importante de las historias y con lo que conectan los lectores es con las emociones humanas.
Para ese momento de nuestras vidas, que decidimos escribir, se tenga la edad que se tenga ya se ha sentido un rango de emociones infinito, con lo cual se puede conectar con los lectores si se sabe utilizar esas memorias evocativas, esas emociones para imprimirlas en los personajes y hacer tridimensional la narración, porque los personajes son planos hasta que el autor les inyecta su propia alma, porque el alma de los personajes es la que nosotros les prestamos, pero
¿Qué pasa cuando nosotros queremos escribir nuestra propia vida.?
Sea cual sea la razón por la que quieras escribir, si tienes algo tuyo que quieras poner en palabras, si tienes una historia que contar, si quieres escribir tu biografía, tengan la edad que tengan ya tienes muchas cosas que a un lector hipotético le van a parecer interesantes, porque aunque para ti sea tu vida cotidiana para los demás no lo es.
Si te interesa escribir tu historia, te invito a que leas del género que quieres escribir, no tengas miedo a influenciarte, porque todas las influencias nos sirven, vamos alimentando nuestro imaginario, vamos alimentando nuestro diccionario estilístico y al final no vamos a copiar a nadie, porque nosotros tenemos nuestro propio filtro de como vemos el mundo, de cómo nos vemos a nosotros mismos y entonces lo más original que tenemos es nuestra propia vida; si tú vas a escribir tu propia vida, lee sobre la vida de los demás, para que veas de qué manera ellos se enfrentaron a dejar en palabras su propia existencia.
Algunas biografías de personajes históricos que encuentro interesantes son las de
Simón Bolívar, Frida Kahlo, Napoleón Bonaparte, Virginia Wolf, Winston Churchill, María Antonieta, Porfirio Díaz, Marie Curie, Francisco Franco, Rosa Parks, Adolfo Hitler, Yo soy Malala, Abraham Lincoln, Eva Perón y José Stalin.
En cuanto a autobiografía hay cientos de autobiografías de personajes muy interesantes y de personas comunes y corrientes que tienen una manera cautivadora de contar sus vidas.
¿Cómo empezar a contar nuestra historia?
Tenemos la idea de que las biografías se cuentan cómo se cuentan los ciclos biológicos, nació, creció, hizo cosas y murió, pero no tenemos por qué empezar por el principio, se puede empezar por el punto que más le parece interesante de su propia vida.
Como dice Lorena Amkie, escritora mexicana: “nuestra vida son constelaciones de estrellas, cada estrella es un evento importante de nuestras vidas, pero lo que hay en medio, también es lo que une los puntos álgidos de nuestra vida”.
Hay muchísimos momentos importantes en la vida cotidiana de una personas y entonces si tu empiezas a ver tu vida como una constelación te vas a dar cuenta de que no importa por donde empiezas a contarla, la forma de la constelación siempre es la misma, siempre llegas a contarla toda, empieces donde empieces.
Esta manera de ver nuestra vida como una constelación y no como una línea recta que va de un lado al otro, del punto A al punto B, sino una línea que puede ir a diversos puntos, pero que al final nos lleva a lo mismo, llena de eventos importantes que brillan unos más que otros, es muy útil, porque nos quita la tensión de pensar que tenemos que seguir un orden específico al contar nuestra vida.
La manera en que se cuentan muchas veces las autobiografías es en forma de asociación libre
Porque vamos uniendo los puntos de inflexión que marcaron nuestra vida y nos hacen ser quienes somos; muchas veces esos puntos de inflexión fueron decisiones importantes que tomamos y otras veces fueron eventos importantes que nos sucedieron aunque nosotros no los decidiéramos, como puede ser una enfermedad, un divorcio, una muerte, enamorarnos de alguien, o tomar una decisión por una carrera, decidir dejar a una pareja, decidir tomar un trabajo o hacer un viaje, todos estos puntos que los podemos ver como las estrellas dentro de la constelación son los eventos importantes que unen al resto de nuestra vida.
Se puede empezar a contar la constelación entonces desde el principio, desde el final o desde cualquiera de estos puntos de inflexión, también se puede empezar a contar desde un objeto, desde un elemento físico de nuestra apariencia, por ejemplo se podría empezar a contar una vida a partir de un anillo, de un collar; empezar desde una enfermedad o un accidente, empezar desde una persona, hay historias que empiezan: “El recuerdo que tengo de mi madre Zoyla, es el de una mujer inquieta por instruirse, autodidacta.”, y a partir de ahí contar como se convirtió en maestra.
Podemos empezar a ver nuestra constelación desde cualquier lado
Aquí la recomendación que hacen autores que se han especializado en escritura biografía es hacer un mapa mental de todas las cosas que forman al YO, tanto física como espiritualmente, cuáles son mis creencias, mis miedos, mi infancia, mis amistades, mis pasatiempos, mi familia, mi relaciones, mi formación, mi relación con la muerte, con el sexo, con el físico; cómo nos vestimos, como nos peinamos, como nos maquillamos y si esto lo desarrollamos.
Por ejemplo:
Si decimos yo estudie la carrera de Contaduría y a partir de ahí puedo contarles quienes fueron mis profesores, cuál fue mi materia favorita, cuanto tiempo tardaba en llegar a la universidad , quienes fueron mis amigos y de cada uno de esos puntos yo puedo empezar a contar toda mi historia, esto nos ayuda a romper con la idea tradicional de que tenemos que contar nuestra vida como una línea recta.
Nuestras vidas no son líneas rectas, no son blancas ni negras tampoco, son grises y son un sube y baja de emociones, de eventos, de cosas importantes, de cosas insignificantes, de cosas que parecían intransigentes pero al final trascendieron; muchas veces nos despertamos sin saber que ese día algo va a suceder y va a cambiar toda nuestra existencia, como conocer a alguien, tener un accidente, encontrar un trabajo y que eso haga toda la diferencia en ese momento, o perder a alguien, nunca sabemos, entonces el ver nuestra vida así como un diagrama y tomar los puntos más insignificantes para empezar a contar una historia, es una manera interesante, original y distinta de abordar nuestra autobiografía.
Finalmente, los invito a pensar en sus vidas como constelaciones y a ver cuáles son las estrellas que más brillan, cuales son los eventos, las personas, las emociones más fuertes que unen los momentos de su vida, que unen y forman esta constelación que puede empezar a contar desde cualquier punto.
Si quieren empezar a leer sobre el generó biográfico les recomiendo:
María Antonieta, Stefan Zweig.
Es una magnifica biografía ajustada a las fuentes históricas, pero la genial interpretación del personaje y del ambiente de la época debe mucho más a la intuición poética y a la certera penetración psicológica que el autor le insufla, que a la fidedigna documentación de que se sirvió. El dramático fin de la reina María Antonieta la convirtió en uno de los personajes más controvertidos del periodo de la Revolución Francesa.
De contable a contadora de historias, Rubiela Buitrago.
Para ser fiel a ti misma y cumplir tus sueños, a veces es necesario romper con todo aquello que has sido, emprender un nuevo proyecto y convertir en realidad la pasión de tu vida. Estoy convencida de que cada persona tiene un objetivo en la vida, y una de las pocas cosas importantes que hay que hacer en este planeta es encontrarlo.
5 Responses
Gracias Rubiela… Interesante. Enfoque de como iniciar a escribir nuestra historia!
Rafael: Me alegra saber que el post te esté ayudando en tu interés de escribir tu propia historia. Éxitos con este propósito.
Excelente Post y me interesa las recomendaciones de lecturas bibliograficas.
Felicitaciones Rubiela
Ines. Me alegra saber que las sugerencia bibliográficas son tu interés, y me anima a seguir adelante con estas publicaciones. Un abrazo.
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