Hace tres años, una chispa de creatividad y determinación dio vida a un sueño que hoy celebramos con alegría: el Club de Lectura Isbelia. En una soleada tarde de junio, mi hermana Nana y yo decidimos tomar las riendas de nuestro destino literario y abrir las puertas de un espacio que trascendiera los límites de las páginas impresas. Queríamos crear algo más que un simple club de lectura; anhelábamos construir un refugio literario donde las historias cobraran vida y las palabras se convirtieran en puentes hacia nuevos horizontes.

El Club de Lectura Isbelia nació como respuesta a nuestras frustraciones de no encontrar un espacio acogedor para compartir nuestra pasión por los libros. Luego de tocar varias puertas sin obtener respuesta, nos dimos cuenta de que debíamos forjar nuestro propio camino. Con una mezcla de entusiasmo y determinación, nos embarcamos en una aventura literaria que nos llevaría mucho más allá de lo que habíamos imaginado.

El nombre de Isbelia es un homenaje a la memoria de nuestra hermana, quien era una amante de los grandes libros de arquitectura y nos inspiró a mantener vivo su legado. Queríamos honrar su pasión por la lectura y compartir con otros el amor que ella tenía por los libros.

Nuestro primer encuentro fue mágico. Sentadas frente a nuestro computador durante la cuarentena por la pandemia covid 19, descubrimos una nueva forma de conectarnos con otros amantes de la lectura. Nuestro círculo íntimo se unió a nosotras, trayendo consigo a sus amigos y familiares, y en poco tiempo nos encontramos con una comunidad ávida de conocimiento y sedienta de aventuras literarias.

Con nuestras tazas de café humeante y con nuestro primer libro:  El Jardín de los Finzi_Contini en las manos, dimos la bienvenida a nuestros primer encuentro virtual del Club de Lectura Isbelia. Aunque no estábamos juntos físicamente, la emoción se palpaba en el aire. Era como si las palabras cobraran vida a través de las pantallas, uniéndonos en un vínculo invisible pero poderoso.

Nuestras reuniones mensuales se convirtieron en encuentros llenos de vida, risas y debates apasionados. Los personajes saltaron de las páginas y cobraron vida en nuestras discusiones, mientras los giros inesperados de la trama nos desafiaban a cuestionar nuestras perspectivas y prejuicios. Nos sumergimos en una variedad de géneros y estilos literarios, desde los clásicos atemporales como La Isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, hasta las obras más vanguardistas como Trilogía de Nueva York de Paul Auster. Cada libro que elegíamos era un portal hacia un mundo nuevo, una oportunidad de expandir nuestros horizontes y descubrir nuevas formas de ver la vida.

En cada reunión, nuestros corazones y mentes se abrían a nuevas perspectivas. La diversidad de nuestro club, tanto en términos de opiniones como de experiencias de vida, enriqueció nuestras discusiones y nos ayudó a crecer como individuos. Descubrimos que cada persona traía consigo una historia única, un bagaje de vivencias que enriquecía nuestra comprensión de las obras que explorábamos. Las palabras se entrelazaban con nuestras experiencias personales, creando un tejido literario que iba más allá de las páginas impresas.

Pero nuestro club no es solo un lugar para debatir y reflexionar sobre las obras que leemos. Se ha convertido en un espacio de conexión humana, donde las amistades florecen y los lazos se fortalecen. Nos hemos convertido en una familia literaria unida por nuestra pasión compartida por la lectura y el deseo de honrar el legado de Isbelia, la inspiración detrás de nuestro club.

En nuestro club, nos sentimos honrados de contar con una diversidad de lectores, cada uno con su estilo y enfoque particular. Entre ellos, destaca Alvaro, cuyo análisis magistral de cada novela nos cautiva y nos sumerge en un profundo recorrido por la sociedad del momento, desvelando su organización política y lo que se oculta detrás de cada obra. Alvaro nos inspira y nos enseña, dejándonos maravillados con su profundo conocimiento y su pasión por la literatura. 

Nana, se destaca por sus reflexiones siempre acertadas, que aportan una mirada fresca y original a nuestras discusiones literarias. Aunque muestra cierta renuencia hacia los libros clásicos como La Vorágine y Cien Años de Soledad, su actitud desafiante nos invita a cuestionar nuestras propias preferencias y a explorar nuevos horizontes literarios. 

Mi madre, una lectora excepcional, posee una hermosa costumbre: releer libros para llenar los vacíos que la historia pueda haber dejado. La pasión y el compromiso de mi madre hacia la lectura nos contagian a todos, recordándonos la importancia de explorar y apreciar cada obra en toda su magnitud. 

Dany, nuestro apasionado lector de historia, enriquece nuestras conversaciones con su vasto conocimiento y nos sumerge en momentos cruciales de la humanidad. Su pasión por la historia y la literatura amplía nuestros horizontes y nos inspira a reflexionar sobre su influencia. Su presencia es un regalo en nuestro club de lectura, enriqueciéndonos con su perspectiva única y dedicación incansable por explorar el pasado a través de los libros.

Julio Cesar, un miembro siempre innovador, ha sido una grata sorpresa en nuestro club de lectura al introducirnos en el fascinante mundo de los audiolibros, mostrándonos que la literatura trasciende las páginas impresas y puede cobrar vida a través de nuestros oídos, despertando nuevos matices y estimulando nuestra imaginación de maneras inesperadas. 

Wilson, con poco tiempo para leer los libros completos, extrae lo esencial de cada obra y aporta su visión única. Sus ideas concisas y extrapolaciones desafían nuestras perspectivas y revelan significados ocultos. Con enfoque ingenioso, captura la esencia y nos invita a adentrarnos en las profundidades de la narrativa. Su contribución invaluable demuestra que la calidad de la reflexión y las interpretaciones son clave, más allá de la cantidad de páginas leídas. 

Claudia, nuestra lectora más aplicada. Su meticulosa toma de notas y la elaboración de resúmenes detallados de cada libro son un tesoro para todos nosotros. Su compromiso nos inspiran a seguir su ejemplo y nos brindan una invaluable ayuda para recordar los detalles importantes y sumergirnos en los mensajes subyacentes de las obras que exploramos. 

Marce, una lectora discreta pero comprometida, aunque, no se exprese mucho en las discusiones, su presencia constante nos recuerda la importancia de la constancia y el compromiso en la lectura. Su dedicación silenciosa es una inspiración para todos nosotros, demostrando que el amor por los libros trasciende las palabras y se manifiesta en acciones. 

Marthica, una participante siempre reflexiva y entusiasta, sus comentarios nos desafían a trascender nuestras propias opiniones y a considerar diferentes perspectivas. Su enfoque crítico y su pasión por el análisis enriquecen nuestras discusiones, convirtiéndola en una voz imprescindible dentro del club de lectura Isbelia. 

Melba, siempre nos sorprende con sus aportes que nos transportan a nuestra infancia. Sus recuerdos y conexiones personales con los libros nos sumergen en una maravillosa ola de nostalgia, reviviendo momentos especiales y recordándonos el poder duradero de la literatura en nuestras vidas. Su presencia en el club de lectura nos inspira a seguir explorando el mundo de la literatura con el corazón abierto y la mente llena de asombro. 

La Dra. María Clemencia, con su aporte científico, nos ayuda a entender las diversas personalidades de los personajes y a analizar las dinámicas psicológicas de las obras que exploramos. Su conocimiento enriquece nuestras interpretaciones y nos invita a reflexionar desde una perspectiva más profunda. 

Pili, inquieta, emotiva y comprometida, nos lleva por miradas poco conocidas. Sus aportes nos sumergen en emociones y experiencias que tal vez no habríamos descubierto por nuestra cuenta, ampliando nuestra comprensión y conexión con los libros. 

Y, finalmente, mi padre, el incansable observador que nunca se ha perdido un solo encuentro y se ha convertido en un asiduo oyente de nuestras tertulias literarias. Aunque no participa en las discusiones, su presencia silenciosa y atenta es un testimonio de su profundo interés por el mundo de la literatura.

¡Gracias a todos por hacer del Club de Lectura Isbelia una comunidad tan especial y enriquecedora! Cada uno de ustedes, aporta su propia voz y visión al grupo. Es esta diversidad de lectores y perspectivas lo que hace que nuestras discusiones sean tan enriquecedoras y estimulantes. 

Mientras miro hacia el futuro, siento una emoción palpable. Sé que nuestra aventura literaria continuará creciendo y evolucionando. Habrá nuevas historias por descubrir, nuevos géneros para explorar y nuevas conexiones que forjar a través de la literatura. El Club de Lectura Isbelia seguirá siendo un faro de conocimiento y un refugio para aquellos que buscan la belleza de las palabras.

En cada página que hemos leído, hemos tejido una hermosa historia colectiva. Sigamos adelante, compartiendo nuestras lecturas, nuestras ideas y nuestro amor por los libros. Sigamos celebrando la magia de la literatura juntos, mientras continuamos honrando el legado de Isbelia y dando voz a todas las historias que merecen ser contadas.

En nuestro cuarto año, nos embarcaremos en un viaje aún más emocionante. Nos sumergiremos en obras literarias de diversas culturas y épocas, ampliando nuestra comprensión del mundo y desafiando nuestros propios límites intelectuales. Abriremos las puertas del Club de Lectura Isbelia a escritores emergentes y artistas literarios, brindándoles un espacio para compartir sus obras y enriquecer nuestra experiencia como lectores.

Y, por supuesto, seguiremos siendo un apoyo emocional para todos los miembros del club. En momentos de dificultad, encontraremos consuelo y aliento en las páginas de nuestros libros. Compartiremos nuestras experiencias personales y encontraremos un sentido de pertenencia en nuestra comunidad literaria.

En este nuevo año del Club de Lectura Isbelia, prometo que seguiremos siendo una fuente de inspiración, descubrimiento y crecimiento personal. Cada libro que leamos, cada palabra que compartamos y cada historia que descubramos juntos nos acercará más a la esencia misma de la humanidad.

Así que, celebremos este tercer aniversario con alegría y gratitud, sabiendo que nuestra historia está lejos de terminar. El Club de Lectura Isbelia continúa su viaje, encendiendo el fuego de la pasión por la lectura en cada corazón que se une a nosotros.

¡Feliz tercer aniversario, Club de Lectura Isbelia! Que nuestra historia siga siendo escrita con letras de pasión y nuestro amor por los libros nos siga uniendo en una comunidad vibrante y llena de magia literaria.

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  1. ¡Felicitades por el tercer aniversario del Club de Lectura Isbelia!. Es increíble ver cómo nuestro club ha crecido y florecido en torno a la pasión por los libros y la literatura. Desde sus inicios, han demostrado que la lectura no solo es un escape, sino también un viaje compartido hacia el conocimiento y la empatía.
    Que este tercer aniversario sea solo el comienzo de muchos más años de lecturas apasionantes, debates estimulantes y la creación de recuerdos inolvidables.
    !Brindemos por el Club de Lectura Isbelia y por todas las aventuras literarias que aún nos esperan!

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