Con ocasión de mi primer directo en Instagram, programado para el 14 de diciembre, aquí debo confesar que llevaba todo el 2021 con este deseo, pero por temor a hacer el ‘oso’ como decimos en Colombia, y a la falta de experticia en el manejo de las redes sociales, había entrado en un estado de procrastinación, así que, empecé a escribirles a mis conocidos, autores, con los cuales tenemos libros o temáticas relacionadas y entonces, el universo conspiró a mi favor, al poner en mi camino a Vicenta Coves, autora del libro 5 meses y 13 días en Prisión: El fin de la dependencia emocional hacia tu pareja, para conversar entorno a esta gran temática.
La dependencia emocional se traslada a todos los ámbitos de la vida
Uno de ellos es la dependencia a las nuevas tecnologías, y es aquí donde Vicenta y yo tenemos este tema en común, dado que los humanos desarrollamos un afecto especial por distintos objetos, pero en especial, por dispositivos electrónicos que nos remiten a sentimientos positivos, y creemos que, de alguna manera, nuestro bienestar y nuestra felicidad dependen de ellos, de modo que creamos una relación de dependencia. Por ello tendemos a llenar de cosas cualquier espacio vacío de nuestras casas, porque obedecemos al instinto de acumular todo tipo de objetos para protegernos tal vez de nosotros mismos y de nuestras emociones.
Muchas veces estos apegos nos coartan de llevar a cabo cambios que queremos hacer. Cuando hice la primera limpieza de mis dispositivos todo empezó a cambiar: conocí a nuevas personas, cambié de actividad y fui promovida a otro cargo; a raíz de ello me sentía distinta, y es que, al vaciar nuestra casa de objetos y recuerdos acumulados, hacemos espacio para que entren cosas nuevas: es en esos nuevos espacios vacíos donde nace la creatividad para construir la vida que deseamos.
La ausencia de objetos, el silencio, la soledad, son formas diferentes de percibir el vacío que refleja nuestro vacío interior
Ese desasosiego que sentimos cuando nos desconectamos de nosotros mismos e intentamos disfrazarlo al llenar nuestra casa de objetos, nuestro día de actividades y nuestro cerebro de distracciones. A medida que despejamos la casa y reducimos las distracciones externas, nos vamos enfrentando a ese vacío interior al que tanto miedo le tenemos.
Éste es un paso esencial para conocerte a ti mismo, dado que los apegos nos dan información valiosa de quiénes somos, y merecen que les prestemos atención en lugar de obviarlos. Cuando sientas que te apegas a algo, y esa sensación te incomoda y te limita, ahí sabes que tienes una lección significativa que aprender y que hay un potencial de autoconocimiento importante.
Tratar de tener seguridad y mejorar tu autoestima en función de la adquisición de objetos que te hacen creer que estos te definen como una persona exitosa, hace que te aferres a ellos como si se tratara de flotar fuera de un salvavidas; así que cuando se llevaron mis viejos aparatos electrónicos, por un instante me vi desamparada, desprovista de mi identidad, pero para mi sorpresa, pronto pude comprobar que seguía siendo la misma persona: todas esas cualidades que atribuía a mis posesiones seguían formando parte de mí, y ahora me sentía más segura y libre.
7 claves para supera la dependencia emocional
Reconoce la dependencia
Nunca podemos solucionar aquello que negamos, ni aquello que no comprendemos, por lo que el primer paso es reconocer que existe un problema. Verbaliza en voz alta que dependes de ese objeto y empieza a trabajar desde allí. A veces, lo más fácil es culpar a los demás, pero desde ahí nada cambiará.
Invierte en ti
Tu crecimiento personal es un factor clave para aumentar tu confianza, creer más en ti y mejorar tu autoestima, y esto es lo que marcará la diferencia. Cuando inviertes en ti, te sientes más merecedor como persona, menos vulnerable a las opiniones de los demás, más libre, más fuerte y con menos dependencia emocional.
Céntrate más en ti
Esto no quiere decir que debas ser egoísta, sino que te des cuenta de que lo importante es lo que pienses acerca de ti, y no lo que opinen los demás. Deja de estar pendiente de qué dirán o pensarán los otros, ya que la opinión más importante es la que tienes de ti mismo.
Deja atrás el pasado
Siempre hay que aprender del pasado porque es nuestro gran maestro, pero no lo traigas al presente con sus problemas a cuestas, porque estarás añadiendo una enorme y pesada carga a tu situación actual.
Cambia tus creencias
En ocasiones nos encontramos con personas que han adquirido unas rígidas reglas sobre cómo tiene que ser una relación y sobre cómo tienen que comportarse los demás. Esas creencias personales, en ocasiones erróneas, son una enorme carga y se convierten en una fuente de constantes decepciones.
Deja el papel de víctima
A veces llegamos a pensar que nuestras emociones vienen de afuera, que todo lo que sentimos viene del exterior, pero en realidad nace de la interpretación y el significado que damos a las cosas que suceden en nuestra vida. Por eso, nadie más que nosotros mismos somos dueños y responsables de nuestras interpretaciones y, por lo tanto, de nuestras emociones.
Es fácil adquirir el papel de víctima y pensar que todo es culpa de los demás, pero si quieres dejar de ser una persona con dependencia emocional, lo primero es asumir la responsabilidad de tus emociones y de tu vida, sabiendo que ésta no está en manos de los demás, sino en las tuyas.
Disfruta de tu soledad
La persona con la que más tiempo vas a pasar el resto de tu vida es contigo mismo, por tanto, ésta es la relación que más debes cuidar. Si no estás bien contigo, ¿por qué lo van a estar los demás?
Como verás, no se trata de algo que lograrás de un día para otro, pero sí es el inicio de una nueva relación contigo mismo. Hoy, disfruto de mis pertenencias materiales, sabiendo que no me definen, que mi felicidad no depende de ellas, y he experimentado una mayor satisfacción con la persona que soy a medida que he ido liberándome del exceso de pantallas y dispositivos electrónicos.
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